Puede que hayas oído su nombre en alguna noticia, en redes sociales o incluso en una conversación sobre la movida nocturna de Barcelona. Y si no, es momento de que lo tengas fichado, porque Carmen Zapata es una de esas figuras que están cambiando el rumbo de la noche en España, poniendo cara, voz y acción a un sector que, hasta hace poco, parecía ir por libre.

Oficialmente, Carmen es la Comisionada de la Noche de Barcelona, un cargo que suena serio (y lo es), pero que también tiene un punto muy moderno y necesario. Porque al final, ¿quién vela por la cultura de club, los derechos de quienes trabajan en la noche, el equilibrio entre ocio y descanso, o la vida nocturna como algo más que fiesta? Pues justo de eso va su trabajo.


¿Y qué hace exactamente una comisionada de la noche?

No, no es la que pone la música ni organiza las fiestas. Tampoco es una inspectora con linterna cerrando bares. Es más bien una especie de puente entre el mundo institucional y el mundo nocturno. Su función es articular políticas públicas para que la noche funcione: que sea segura, inclusiva, diversa, y que se entienda como un motor cultural y económico, no como un problema a eliminar.

Carmen trabaja con ayuntamientos, promotores, vecinos, artistas, hosteleros, técnicos de sonido, cuerpos de seguridad… Una mezcla intensa que requiere sensibilidad, firmeza y mucho conocimiento del terreno. Porque claro, no se trata solo de decir “queremos una noche viva”, sino de construirla con cabeza.


¿Por qué es tan importante su papel?

Piensa en esto: durante mucho tiempo, el ocio nocturno ha sido tratado como algo molesto o descontrolado. Y aunque sabemos que hay excesos o conflictos (ruidos, botellones, etc.), también hay un montón de cosas buenas: empleos, cultura alternativa, espacios de libertad, turismo, creación musical, comunidades enteras que se expresan a través de la noche.

Carmen Zapata ha conseguido poner eso en el centro del debate. Su enfoque es claro: la noche no se gestiona desde el prejuicio, sino desde el diálogo. Ella apuesta por escuchar a todos los actores implicados y encontrar formas de convivencia realistas. Nada de imposiciones absurdas ni mano dura sin sentido.


De la música a la política (sin dejar de bailar)

Lo curioso es que Carmen no viene del típico perfil político. Su trayectoria está muy ligada al mundo de la música y la gestión cultural. Ha estado involucrada en proyectos relacionados con la diversidad musical, la profesionalización del sector y la igualdad de género, temas que también se cuelan en su trabajo como comisionada.

Eso se nota en su manera de hablar y de abordar los temas. No es alguien que repita discursos vacíos: es directa, cercana y realista. Entiende cómo funciona una sala de conciertos, qué pasa detrás de la barra de un bar o cómo se organiza una noche con DJ, promotor y portero incluidos.


Una nueva forma de mirar la noche

La figura de Carmen Zapata también ayuda a desmontar esa idea de que la noche está en guerra con la ciudad. Ella propone lo contrario: hacer de la noche un espacio cuidado, regulado, pero también respetado. Donde se puedan celebrar festivales, abrir nuevos espacios culturales nocturnos, y a la vez garantizar que los vecinos duerman tranquilos.

En un momento en que muchas ciudades europeas están nombrando también «alcaldes de la noche» o «night mayors», Barcelona tiene la suerte de contar con una voz como la de Carmen: comprometida, consciente y profundamente enamorada de lo que significa la vida nocturna en todas sus formas.

¿La próxima vez que salgas por el Raval, Poblenou o el Eixample? Brinda también por ella. Porque gracias a su trabajo, la noche en Barcelona no solo brilla, también se defiende, se cuida y se vive con más sentido que nunca.

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